jueves, 5 de mayo de 2011

“EL CONOCIMIENTO EN MOVIMIENTO”

La disciplina es una categoría organizacional en el seno del conocimiento científico; ella instituye allí la división y la especialización del trabajo y responde a la diversidad de los dominios que recubren las ciencias. Una disciplina tiende naturalmente a la autonomía, por la delimitación de sus fronteras, por el lenguaje que le es propio, las técnicas que elabora o utiliza, y  por las teorías que le son propias. La organización disciplinaria fue instituida en el siglo XIX, particularmente con la formación de las universidades modernas, luego se desarrolló en el siglo XX con el impulso de la investigación científica; esto quiere decir que las disciplinas tienen una historia: nacimiento, institucionalización, evolución, dispersión, etc.; esta historia se inscribe en la de la universidad que a su vez está inscripta en la historia de la sociedad; de tal modo que las disciplinas surgen de la sociología de las ciencias y de la sociología del conocimiento y de una reflexión interna sobre ella misma, pero también de un conocimiento externo. No es suficiente pues encontrarse en el interior de una disciplina para conocer todos los problemas referentes a ella misma.
La disciplina circunscribe un dominio de competencia que evita que el conocimiento se diluya o fluidifique. Por ejemplo Marcelin Berthelot decía que la química crea su propio objeto, pero hay que reconocer que implica  a la vez un riesgo de hiperespecialización y de cosificación del objeto de estudio . Si es tomado como una cosa en sí, las relaciones de este objeto con
Otros  tratados por otras disciplinas, serán dejadas de lado, así como también las
vinculaciones con el universo del cual el objeto es parte. Así, la disciplina quedará aislada y deviene el espíritu hiperdisciplinario como propietario que prohíbe toda incursión extranjera en su parcela del saber.
La apertura es necesaria. Jaques Labyrie sugiere  el teorema siguiente: "Cuando uno no encuentra la solución en una disciplina, la solución viene desde afuera de la disciplina".
La historia ha llevado a la ruptura de las fronteras disciplinarias; y algunos problemas han sido “usurpados” para su solución por otras disciplinas. Digo “usurpación”  en el sentido que aquellos que se autoproclaman o sienten dueños del conocimiento  no siempre consienten que “extraños” a su órbita dispongan libremente de ese que sienten propio. Hoy ya deberíamos hablar de “transferencia” o “migración”, simbiosis y transformaciones  de conocimientos disciplinares que son la simiente en muchos casos de una nueva disciplina. Se me ocurre el caso de la Genética a partir de la Química y Biología. La articulación entre disciplinas permiten concebir la unidad de lo que estaba hasta entonces separado.
Es probable que uno de los momentos más importantes en la historia científica hayan sido los encuentros entre ingenieros y matemáticos  en plena guerra en los años ´40, y después en los años cincuenta para crear máquinas autogobernadas, las cuales han conducido a la formación de lo que Wiener ha llamado la cibernética. La convergencia de conocimientos formales y de conocimientos prácticos con el tiempo dieron origen a un cuerpo de conocimientos nuevos, orígenes de lo que luego se ha llamado informática.
Una gran variedad de circunstancias, llámense usurpación,  interferencia,  transferencia, la compeljización de los problemas, han logrado romper el “aislamiento de las disciplinas”, para articular dominios disciplinarios en un sistema teórico común.
No obstante el estudio del hombre se encuentra fragmentado entre diferentes disciplinas: la psiquis está estudiado de un costado, el cerebro de otro, el organismo por otro, los genes, la cultura, por otro.  Son aspectos múltiples de una realidad compleja, pero que no tienen  sentido si no son ligados a la  realidad en lugar de ignorarla.
Es cierto que tampoco es posible crear una ciencia unitaria del hombre. Lo importante es no olvidarse de que el hombre existe.
Un desafío es encontrar la vía de articulación entre las ciencias ya que cada una tiene
su propio lenguaje y  conceptos fundamentales que no pueden pasar de una lengua a la otra.
Resulta difícil definir interdisciplinariedad, multi o polidisciplinariedad y transdisciplinariedad porque son términos polisémicos, es decir, con distintos significados.
La interdisciplinariedad puede significar pura y simplemente que diferentes disciplinas se sientan en una misma mesa. Leí un ejemplo que creo puede representar esa idea y a continuación lo comparto con uds.. En la asamblea de la ONU las naciones se reúnen para afirmar cada una sus propios derechos nacionales y sus propias soberanías en relación a las usurpaciones del vecino. Pero en el lado opuesto, interdisciplinariedad puede también querer decir intercambio y cooperación.
La polidisciplinariedad constituye una asociación de disciplinas en profunda interacción sobre un proyecto o  un objeto que le es común; podría ser el caso de la hominización.
En lo que concierne a la transdisciplinariedad, se trata de esquemas cognitivos que pueden atravesar las disciplinas, a veces con tal fuerza que las coloca en dificultades.  En este caso están implicadas, la cooperación, articulación, objeto común y proyecto común.
No es sólo importante la idea de ínter y de transdisciplinariedad. En más de una oportunidad he escuchado hablar de la necesidad de la inter y de la transdisciplina, y también he perguntado su significado. Debo ser honesta,  tampoco escuché una respuesta certera, convincente. Posiblemente no la tenga.
Quizás más importante que darle un significado a esas palabras, es la necesidad de contextualizar, de “ecologizar” las disciplinas. Dicho de otra manera, tener  en cuenta las condiciones que rodean al objeto de estudio común de cada una de ellas.
Pero no es tan sencillo tratar inter, multi o transdiciplinariamente ya que no se puede quebrar aquello que ha sido creado por las disciplinas.
Quizás la respuesta está en la metadisciplinariedad  que significa “superar” y “conservar”.  Es necesario que una disciplina sea a la vez abierta y cerrada.
Para qué servirían todos los saberes parcelarios sino para ser confrontados para formar una configuración respondiendo a nuestras demandas, a nuestras necesidades y a nuestros interrogantes cognitivos.
 Blas Pascal, justificaba las disciplinas pero tenía un punto de vista metadisciplinario: "siendo todas las cosas causadas y causantes, ayudadas y ayudantes, mediatas e inmediatas, y todas entretejiéndose por un lazo natural e insensible que liga las más lejanas y las más diferentes, yo considero imposible conocer las partes sin conocer el todo, tanto como conocer el todo sin conocer particularmente las partes". Muy bien dicho por Blas Pascal, no es más ni menos que el “conocimiento en movimiento”. 

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