lunes, 28 de febrero de 2011

Se cayó el sistema:¿“Default educativo”?

El sistema educativo tradicional nos ha llenado de información, que no es lo mismo que conocimiento. Imagino  una pila de libros dentro de mi cabeza, renglones de palabras mezcladas!!!!  No es sencillo en ese sistema vincularlas  y darles sentido. Algunas veces me he preguntado, luego de largas horas de estudio (siempre fui muy responsable….) en mi ya lejano colegio secundario y otras tantas también en la universidad , ¿para qué sirve lo que estudié?  Es triste responder  que en algunos de los  casos su utilidad es “casi” nula;…. tantos contenidos que ya no recuerdo, teoremas, análisis sintáctico, islas……,”islas” de información aislada, desorganizada. Recuerdo en este momento a Ken Robinson  con su afirmación casi trágica: “la escuela mata la creatividad”. La instrucción apaga la curiosidad, no da lugar a la duda, y por lo tanto al desarrollo de la inteligencia. La escuela provee  un delivery de contenidos que no siempre compramos voluntariamente. …… Mientras escribo, (llamémosle casualidad), veo que se han iniciado las clases. Chicos ilusionados, expectantes! Ojalá conservaran esa inquietud.
Deberíamos hacer la comparación entre el ingreso  a la educación sistemática (tiempo 0) y el egreso del colegio ( tiempo 14 años de permanencia  contando la escuela primaria y secundaria). Creo no equivocarme si hipotetizo que la diferencia entre la expectativa con la que ingresa  y los logros que obtendrá, será “estadísticamente significativa”! En un sistema de coordenadas se dibujará una línea descendente durante el transcurso de los años …..la expectativa en algunos, (no quiero ser tan pesimista, y me resisto a decir en todos) se convertirá en frustración.
Qué paradoja! Utilizo para explicarlo un sistema de coordenadas! No puedo creerlo. Algo que me ha costado bastante comprender. ¿Por qué estaré utilizando este ejemplo?
Continúo escribiendo y me pregunto:
¿Cuánto de lo que estos niños y jóvenes estudian hoy tendrá aplicación práctica?, ¿cuánto le facilitará su acceso a la vida laboral? ¿Cuánto de lo que estudiará  se convertirá en recuerdos difusos?
No recuerdo que alguien me preguntara en mi paso por la escuela qué me gustaría aprender.
No fue precisamente “felicidad” lo que aquellos tiempos escolares produjeron en mi. Tanto tiempo invertido en una “educación en default”! Solo algunos lindos recuerdos de momentos vividos y compartidos con gente querida, pero  a un “alto costo”. Me sorprendo utilizando para educación términos propios de la economía.
 Pasamos la escuela analizando obras literarias, memorizando fechas,….. demasiadas horas.!
Dice Morin en el capítulo La escuela de vida y la comprensión humana ( La cabeza bien puesta): “…hay que pensar en la palabra “cultura” en su sentido antropológico, que proporciona los conocimientos, valores, símbolos que orientan y guían las vidas humanas”. “……Literatura, poesía y cine tienen que ser considerados no solo ni principalmente como objetos de análisis gramaticales, sintácticos o semióticos, sino como escuelas de vida en múltiples sentidos”.  Qué pensarían los autores si vieran que aquello que escribieron  con el alma es “descuartizado” con la excusa del análisis.  No recuerdo haber disfrutado de la lectura para ese fin. Es que no creo que sea posible. Hemos desaprovechado la riqueza de la palabra que permite la expresión plena  en la relación con los demás. Se nos ha impedido la  cualidad poética de la palabra, el descubrimiento de uno mismo en alguno de los personajes de las novelas. Durante la lectura somos capaces de “sentir” aquello que no somos capaces en la vida cotidiana, nace la sensibilidad ante situaciones que pasan indiferentes en la vida diaria, podemos sentir compasión frente al sufrimiento, comprender a los incomprendidos…., aprendemos a interpretar, a reflexionar, que no es poco.
No basta con explicar para comprender.
Una de las características de este tiempo es la incomprensión, ….. y por lo dicho, no debe llamarnos la atención.  
                                                   Marcela López

miércoles, 23 de febrero de 2011

sábado, 19 de febrero de 2011

CRISIS EDUCACIÓN SUPERIOR. (3)

En el inicio del nuevo milenio, debemos reconocer como característico de esta época, la complejidad del mundo contemporáneo, la velocidad de las transformaciones tecnológicas y científicas, así como las sociales y subjetivas. Es difícil desde nuestros espacios de trabajo abordar estos emergentes. El individualismo,  la consecuente pobreza creciente de los lazos sociales, la falta de compromiso, la ausencia de una significatividad social del conocimiento, la fragmentación mediática, la búsqueda de la inmediatez, la sobre estimulación,  son  elementos  que generan malestar en nuestra labor académica. Es difícil desde nuestros espacios de trabajo abordar estos emergentes.
 Esta particularidad “mediática” de las nuevas generaciones conforma sujetos con un manejo diferente de las operaciones. En tanto no tengamos en cuenta estos procesos, mantendremos un abismo entre lo que ofrecemos y las posibilidades de recepción de los estudiantes.
La universidad hasta el momento  no ha variado  significativamente, sus estrategias de abordaje frente al cambio de los sujetos y su contexto.
Lo que fue eficaz en otro momento ya no alcanza.
Para la construcción de un proyecto personal como educadores, se requiere asumir la temporalidad que se elabora a través de los procesos superiores, la lectura e interpretación de la realidad, la identificación de la propia singularidad y de los estilos personales, que nos permitan  legitimar  las prácticas a partir del poder del conocimiento y manejo de las herramientas  que nos permiten  fundamentar el “qué, el para qué, el con qué, con quién, cuándo, y cómo” de nuestro quehacer como educadores.

Escuela para los "viejos"????!!!!

Quiero dejar la Escuela.... pero no quiero dejar de aprender!!!!!


 Preguntas que invitan a la reflexión
Estamos yendo de una “sociedad masificada” a una “sociedad desmasificada o diversificada”, entonces me pregunto:   ¿La educación debe ser  igual para todos? Si la respuesta fuera : “No”,… ¿podríamos seguir hablando de “Sistema” educativo?
¿Por qué deberían ser solo los profesores los que proporcionan conocimiento útil?

miércoles, 16 de febrero de 2011

mi-tecnoeducativa: CRISIS EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR (2º parte) Mis reflexiones

mi-tecnoeducativa: CRISIS EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR (2º parte) Mis reflexiones

CRISIS EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR (2º parte) Mis reflexiones

Mi problema” abordado desde la interacción docente -alumno
En “Aprendices o aprendices de brujos” (Bourdieu y Passeron), encontré definiciones sumamente interesantes como: “Estudiar no es crear sino crearse”. “El estudiante tiene la tarea de trabajar por su propia desaparición y por la desaparición del profesor, apoderándose de aquello por lo cual es profesor”. Debo admitir que debí leer y releer estos conceptos, hasta que con esfuerzo encontré el significado. Luego me llamó la atención  un párrafo sobre la “pasividad” de los estudiantes: “Así, profesores y estudiantes pueden estar de acuerdo en la denuncia de la pasividad de los estudiantes, sin dejar de disfrutar de las ventajas que les procura”. Pocas palabras para un problema profundo.  Dice Bourdie: “si se considera al estudiante, el término pasivo de la relación pedagógica, como sujeto manejado, desprovisto de iniciativa y reducido a pura receptividad, acumula material y mentalmente el saber y dispensado de crear y sobretodo de ejercitarse en crear, es el receptáculo puro del saber profesoral. Este estado de cosas no puede imputarse solo al conservadurismo de los profesores, sino que también es necesario analizar las satisfacciones profundas que produce en los estudiantes. Por otro lado, debemos reconocer que jamás un profesor exige toda la pasividad que los estudiantes le otorgan y la invitación profesoral a la participación activa no alcanza para sacar de la pasividad a los estudiantes modelados por el sistema y sometidos a la lógica del sistema…..” Sería necio no reconocer que nos cuesta abandonar la posición de  docentes “proveedores”,  abonando de esta manera la pasividad de los estudiantes y …… disfrutamos de la comodidad que eso nos ofrece, aunque con el discurso docente encontremos  el atajo para justificarlo. Alguna vez he dicho: “lo importante es que el alumno aprenda”. Ahora me estoy preguntando: ¿utilizando cualquier medio? Y con estos medios ¿aprende?
  Bourdieu afirma que la manera más racional de cumplir con el oficio de estudiante consistiría en organizar toda la acción presente referida a las exigencias de la vida profesional y en poner en práctica todos los medios racionales para alcanzar, en el menor tiempo posible y lo más perfectamente posible, ese fin explícitamente asumido. Pero la realidad es muy diferente. Los estudiantes se benefician con la complicidad interesada de los profesores  y separan su presente de su futuro y a los medios de los fines a los que se supone que deben servir….. Encontré en un párrafo de Bourdieu lo que yo intenté decir : …la tradición universitaria propone dos grandes modelos, el “animal de exámenes” o el “diletante”. El primero fascinado por el éxito académico, pone al servicio del examen el olvido de todo lo que esté más allá de
Él. “Estudiar para aprobar”: ¿éste será el modelo al cual responde? El otro, el diletante, que posterga indefinidamente la aventura intelectual  y mantiene su condición de aprendiz eterno, negando los fines a los cuales sirve el aprendizaje. Estas maneras son producidas y estimuladas por el sistema universitario y procuran a los profesores, a la vez, adversarios y cómplices, las razones y los medios de vivir el oficio de profesor tal como les gusta. En efecto, alcanza con que el estudiante se haga de su condición una imagen racional y realista para que el profesor se vea enfrentado a exigencias que lo relegan al rol de auxiliar pedagógico. Me pregunto si los docentes tememos alcanzar esta última condición o a responder a mayores exigencias de los estudiantes. Bourdieu dice que el intercambio universitario es un intercambio de dones donde cada uno de los participantes acuerda al otro lo que espera de él, el reconocimiento de su propio don.
Esto me hace pensar,  y preguntarme si es equivocado o erróneo hacer  méritos docentes  como para  ofrecer una imagen  ejemplar. No será malo si concuerdan el ser y el hacer. O ¿sí?
Sigo con la lectura:… la pasividad y la dependencia que el sistema impone ubica al estudiante en una situación que le impide manejarse por medios enteramente racionales. Así, resulta grande la distancia entre el modelo de una conducta estudiantil o profesoral acorde a la racionalidad y la conducta real de profesores y estudiantes. Tal vez estudiantes y profesores tengan en común la oscura intención de salvar las ventajas que les procura el sistema actual. Del mismo modo que los profesores pueden lamentar la pasividad de los estudiantes sin ver que es el precio de la seguridad que deben a una relación pedagógica  disimétrica, ciertos estudiantes pueden imputar únicamente al autoritarismo profesoral la pasividad en la que son mantenidos sin percibir que es la contrapartida de todas las libertades que les asegura el anonimato de los “anfiteatros”. Acá no puedo dejar de referirme a las famosas clases magistrales  a gran cantidad de estudiantes, sin nombre, solo observando, apuntando (muchas veces sin comprender) lo que dice el profesor, creyendo y lamentablemente algunas veces con razón  que si  “repite” en el examen, lo que al profesor le “gusta”, aprobará la materia.
Digo, ¿son la pasividad y el autoritarismo  problemas para los que se elaboran argumentos, que en realidad son excusas para no  resolverlo, ya que forman parte de un modelo que otorga privilegios a sus actores, pero que ninguno reconocerá?
Reflexiono …. : Es necesario elaborar estrategias que favorezcan la colaboración, el apoyo, el sostenimiento del alumno…pero solo hasta el logro de su autonomía. No hagamos por el alumno, lo que él puede hacer sin nosotros.
El aula es un espacio material y simbólico donde se producen formaciones grupales específicas y singulares configuraciones de  tarea, de relaciones, etc.; se establecen relaciones de poder, de comunicación;  se reflejan y dramatizan las configuraciones de la dinámica institucional que la atraviesa; se organizan las relaciones con el saber; se producen procesos de aprendizaje y de enseñanza; se entrecruzan y tensionan los deseos individuales y grupales, representaciones, valores, creencias, motivaciones  [Souto, M. (1996) Por lo tanto, es un espacio  en donde ocurren situaciones o hechos sociales que tienen que ver con el orden de lo interaccional, en donde se produce imbricación entre lo individual y lo social atravesada por una historia y por significaciones y sentidos políticos e ideológicos. Allí se ponen en juego  relaciones de poder, reglas o normas de funcionamiento, roles y funciones, conflictos, redes de interacción social y cultural, códigos y rituales, discursos, comportamientos no verbales, grupalidad. En síntesis, la dimensión grupal es un constituyente del aula que afecta  su estructura y dinámica y por lo tanto al acto pedagógico: enseñar y aprender.
Dice Marta Souto de Asch: La observación continua de situaciones de enseñanza aprendizaje, en distintos ámbitos del sistema educativo, muestra como característica reiterada y casi permanente, la falta de participación activa de los alumnos y la concentración de ésta en el docente.
Encuentro en el párrafo siguiente el problema que me preocupa, expresado claramente por esta autora:
Cuando un profesor enseña tiene (en el mejor de los casos) un manejo de los contenidos a enseñar y de las metodologías expositivas para transmitir el conocimiento.
Cuando un alumno aprende, recibe la información elaborada del profesor, asistiendo a una clase en la que es uno más de una suma o serie de alumnos como él.
Los roles son claramente establecidos y diferenciados dentro de un sistema de clase jerárquico, donde la dirección vertical docente-alumno predomina, las relaciones del  profesor con los alumnos no son individualizados ni personalizadas, tampoco grupales: son de un individuo, el docente a elementos de una serie, los alumnos.. Por lo tanto son anónimas, impersonales, sustituibles. El alumno se caracteriza por la pasividad, la dependencia
y el sometimiento, la falta de pensamiento reflexivo, crítico y creativo. La participación queda ausente, al menos la participación activa.

Debo leer  lo ya leído, reflexionar, procesar la información, organizarla, para aportar desde mi intervención, elementos que contribuyan al cambio.
Si todo queda en la intención, de nada servirá.

Encuentro a Edgar  Morin! ( la verdad es que no estoy tan segura de encontrarlo. Creo que lo busco”!)
Morin identificó  los principios esenciales de lo que él consideró los saberes imprescindibles que deberá afrontar el sistema educativo para constituirse en relevante y significativo. Esos saberes son:
  1. Una educación que cure la ceguera del conocimiento.
  2. Una educación que garantice el conocimiento pertinente.
  3. Enseñar la condición humana
  4. Enseñar la identidad terrenal
  5. Enfrentar las incertidumbres
  6. Enseñar la comprensión
  7. La ética del género humano

La primera e ineludible tarea de la educación es enseñar un conocimiento capaz de criticar el propio conocimiento. Debemos enseñar a evitar la doble enajenación: la de nuestra mente por sus ideas y la de las propias ideas por nuestra mente. "Los dioses se nutren de nuestras ideas sobre Dios, pero inmediatamente se tornan despiadadamente exigentes". La búsqueda de la verdad exige reflexibilidad, crítica y corrección de errores. Pero, además, necesitamos una cierta convivencialidad con nuestras ideas y con nuestros mitos. El primer objetivo de la educación del futuro será dotar a los alumnos de la capacidad para detectar y subsanar los errores e ilusiones del conocimiento y, al mismo tiempo, enseñarles a convivir con sus ideas, sin ser destruidos por ellas. (Morin)
Sigo leyendo…. Cómo dejar de hacerlo?
Esto no tiene “FIN”. O sí….. por ahora……
Continuará.!
                                                                                              Marcela López


domingo, 13 de febrero de 2011

Alvin Toffler

Alvin Toffler, aquel que inspiró este blog, aquel que habla  de los analfabetos del tercer milenio...... , está acá y dice cosas como las siguientes:

Apuntes (ALVIN TOFFLER)
“El sistema educativo actual fue diseñado en el siglo XIX (era industrial)”
“Las escuelas fueron pensadas con la misma mentalidad con la que se organiza una fábrica”.
Dice Bill Gates: “No hay que modificar el sistema educativo; hay que reemplazarlo”.
“El sistema educativo prepara gente para el ayer, no para el mañana”.
“Se debe enseñar a los niños a pensar”.

jueves, 10 de febrero de 2011

CRISIS EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR (1º parte) Mis reflexiones

Leyendo y releyendo(es mi costumbre; no sé si buena o mala) intento dar respuesta a algunos problemas que me afligen de la educación en general y superior en especial.
Uno de los aspectos que me preocupa es el desinterés de los estudiantes en la profundización y valorización del conocimiento científico (especialmente ocurre en las ciencias naturales). Encuentro que algunos de los temas que me preocupan son tratados por distintos autores. (Y… no podía ser de otra manera, nunca me caractericé por mi originalidad). Cuando leo a  Leite en “Las representaciones de las carreras universitarias desde la mirada de los estudiantes” empiezo a encontrar una explicación  a aquello que mencioné anteriormente: podría afirmarse que los alumnos no valorizan el conocimiento científico porque en ellos ….(agrego: y no solo en ellos, también en algunos docentes) subyace una racionalidad técnica(Habermas,1971 y 1987), y las materias son más o menos valoradas en función de esta concepción. En su imaginario predomina la idea de “hacer”, de “practicar”, y la formación integral no interesa a todos. Los estudiantes de medicina  se apuran por  colgarse el estetoscopio, aún antes de saber para qué sirve, los de odontología por tomar el espejito y el explorador…. Me pregunto: ¿está tan mal? No lo creo así, pero la preparación previa es ineludible. Pienso inmediatamente en la necesidad de relacionar teoría y práctica! ¿Cómo encontrar el equilibrio???
 La representación que tienen los estudiantes sobre la carrera que han elegido, basada en ideas, visiones, valoraciones y percepciones responden a los mandatos históricos y sociales que las originaron. Esto puede convertirse en un obstáculo para el crecimiento y desarrollo de la carrera, como para la propia formación de los estudiantes que asumen modos, prácticas, rutinas, que pueden entrar en contradicción con el propio sentido y finalidad de la universidad. Dice Leite “La formación de la universidad debe apuntar a una perspectiva integral”, pero en nuestra propia práctica, la formación integral puede quedar relegada. Cuando leo esto no puedo dejar de pensar en lo que afirma Roger Shank quien sostiene que “se aprende haciendo”. No es sencillo “APRENDER HACIENDO” en asignaturas básicas teóricas, que requieren abstracción, ….pero ese es el desafío. Necesitamos modificar nuestras ideas. Al respecto dice Morin, la “reforma educativa requiere una reforma del pensamiento”, ….. como si fuera tan fácil, pero vuelvo sobre mis palabras…., y digo: vale la pena intentarlo.
Marcela Mollis, en “Un breve diagnóstico de las universidades argentinas: identidades alteradas”, dice que las universidades argentinas, afectadas por las políticas de corte neoliberal, por las restricciones presupuestarias, por el ajuste fiscal y la transformación del contrato social entre el Estado y la sociedad civil, ha desnaturalizado los “saberes universitarios” para convertirlos en “conocimientos mercantilizados”. Pienso con Mollis, si el saber se mide con el lenguaje de las finanzas, el alumno valoriza aquello que cree contribuirá a su crecimiento económico basado en la representación que  históricamente ha construido de la carrera que ha elegido. Dice Mollis: “Nuestras universidades tienen alterada su identidad como instituciones de los saberes hacia la construcción de una nueva identidad que las asemeja al supermercado, donde el estudiante es cliente, los saberes una mercancía y el profesor un asalariado enseñante”. Resulta duro leer esto. Son afirmaciones de la autora.
Al respecto, Susín Betrán (“Apuntes para pensar el significado de la Universidad”,2008) manifiesta que la crisis de la universidad no es una crisis aislada, sino que forma parte de una crisis societal, mucho más profunda que la crisis financiera y económica del 2008, que debe ser leída en un contexto en el que adquieren valor político la volatilidad, la vulnerabilidad, la precariedad, la inestabilidad, la incertidumbre y la flexibilidad, hasta el punto que se impone una economía de la incertidumbre que provoca actitudes cortas de mira, deficitarias de proyecto a largo plazo. Boanaventura de Sousa Santos enmarca  la crisis de la universidad en la de una época de tránsito desde el paradigma de la modernidad al de la posmodernidad.
Zygmunt Bauman habla del “síndrome de la impaciencia”, que hace que el tiempo sea considerado como una contrariedad, “un desaire a la libertad humana, una amenaza a los derechos humanos”, entonces por qué no habría llegado esto al ámbito de la educación y el conocimiento, trasladando a éste el gusto por el consumo efímero y constante. Sucede que en el torbellino de cambios, el conocimiento se ajusta al uso instantáneo y se concibe para que se utilice una sola vez.” Bauman , en su ensayo sobre los “Retos de la educación en la modernidad líquida” coincide con Mollis en que el conocimiento se habría convertido en una mercancía más y como tal, no sería otra cosa que “productos concebidos para ser consumidos instantáneamente, en al acto y por única vez”.
Digo, en una cultura donde casi todo se evalúa por lo que aporta al consumo y en un mundo que cambia rápido, es probable que el estudiante se pregunte: “¿Para qué aprender hoy lo que mañana seguramente se desechará?”. Y es acá donde se genera alguna contradicción o conflicto, porque es verdad que la evolución hace que lo que hoy aprendemos, probablemente mañana se desechará. Quizás no deba desecharse, quizás deba  “reciclarse”.  Dice Alvin Toffler: “debemos prepararnos para aprender, desaprender y volver a aprender”. Y al respecto Morin dice no es necesario una “cabeza repleta”, sino una “cabeza bien puesta”, y agrego, frente a esta realidad se torna imprescindible desarrollar competencias en el manejo de la información(CMI).
Leo “Reflexiones para la construcción de una Didáctica para la Educación Superior” escrito por Alicia Camilloni. En uno de los párrafos dice: “Los aprendizajes en el nivel superior deben cubrir una gran variedad y extensión de dominios de información, así como generar un manejo autónomo del conocimiento, rasgos que son esenciales al nivel.” Esto es una de las afirmaciones que enfrentan mi teoría y práctica docente. Me vuelvo a preguntar: ¿colabora mi práctica docente con el desarrollo de la autonomía?. Los docentes universitarios estamos preparados para la Era de la Información? O para ser más incisiva cabe la pregunta:¿Los docentes “universitarios” estamos preparados para ejercer la docencia con todo lo que ello significa? ¿Somos capaces de aceptar nuestras falencias o creemos que con la formación disciplinar es suficiente?. Camilloni hace mención a la “Didáctica del sentido común”, muy usual en la educación superior, que sostiene ideas como:
  • La enseñanza en el  nivel superior no es una acción problemática en sí misma: No se asume el compromiso metodológico porque no se comprende su papel (adidactismo).
  • El alumno, se define como sujeto joven con capacidad ilimitada de aprendizaje y sujeto maduro porque debe demostrar los productos de su aprendizaje como individuo adulto, que puede registrar todo, procesar todo, retener todo y por fin evocar todo. Dependiente cuando lo quiere el docente, e independiente cuando debe demostrar que es capaz de pensar o actuar con autonomía.
  • Mito del filtro social: como la educación superior no es un nivel obligatorio, el estudiante que ingresa debe hacerlo asumiendo todos los riesgos del posible fracaso.
Esto me hace reflexionar sobre las formas que a menudo encontramos de delegar según nos convenga nuestra propia responsabilidad. Nos quejamos  de la “falta de autonomía del estudiante” sin embargo  le ofrecemos “todo hecho”.  Si fracasan, la “culpa” es de ellos, pero el éxito es consecuencia  “del esfuerzo que le imprimimos los docentes a nuestra práctica”.
Viene a mi memoria  lo escrito por  Gil Pérez (1992) quien  destaca cuáles son, a su criterio, los preconceptos  más arraigados en la comunidad docente y que en algún punto responden a esta “didáctica del sentido común”. Gil Perez reproduce algunas frases frecuentemente escuchadas en al ámbito universitario:
  •  “El fracaso de un porcentaje significativo de alumnos es inevitable en materias difíciles como las de ciencias, que no están al alcance de todo el mundo.
  • El fracaso de un porcentaje elevado de alumnos es atribuible a factores externos a la materia: capacidad intelectual, ambiente familiar, etc.
Aparentemente somos capaces de hablar de “fracaso”, pero siempre el del alumno. ¿Es que los profesores somos ajenos a este problema? Creo que la ilusión de adidactismo contribuye a este modelo, en el que la “buena docencia” deviene exclusivamente de los saberes científicos disciplinares, y por “ignorancia” no nos hacemos cargo de responsabilidades ineludibles.
Dice Camilloni: … “la didáctica del sentido común es dogmática, por lo cual carece de posibilidades de cambio, de corrección y de revisión de sus supuestos….”  Es una visión pesimista, significaría que no podría ser sustituida.
¿Será que los docentes no tenemos capacidad de reflexión o de autocrítica?
Dice Bachelard: “la crítica es un elemento integrante del espíritu científico”.
He escuchado más de una vez a los docentes universitarios jactarse de ese espíritu científico, sin ser capaces de reconocer que esa didáctica del sentido común a la que adhieren, quizás sin tener conciencia,  es una representación conceptual pre-científica que requiere ser reemplazada por una Teoría de la Enseñanza.
Continúo con “Prácticas Innovadoras en la Formación del Docente Universitario”
“El Docente Universitario como portador de la complejidad institucional” (Elisa Lucarelli).
Dice la autora que  la participación del docente es clave  en la definición del modelo de universidad del siglo XXI. Habla de la necesidad de estructurar propuestas de docencia e investigación de excelencia en un nuevo contexto caracterizado por el aumento de la demanda educativa, con la consiguiente heterogeneidad, agravada por la insuficiente articulación entre los diferentes niveles educativos. En este ámbito debe actuar el docente universitario, reconocido históricamente por su alta preparación académica y profesional en su campo disciplinar, pero no siempre acompañada de conocimiento específico sobre la práctica de la enseñanza, que le permitan dar una respuesta adecuada y científicamente fundamentada, a las nuevas problemáticas que afectan el aula universitaria. De modo que se genera tensión entre el gran conocimiento disciplinar y el conocimiento pedagógico que será el que le permita articular teoría y práctica.
“… la centralidad que ocupa en el campo de las decisiones institucionales, asumiéndose como actor principal en la producción del conocimiento y como copartícipe en el gobierno, contrasta con el escaso reconocimiento social de la necesidad de formarse en el campo pedagógico …..” Para los trabajadores de la educación de los otros niveles del sistema educativo es tradicional la implementación de programas de formación pedagógica,  pero no lo es para el docente universitario. Este último  puede pasar sin solución de continuidad de egresado a docente y salvo excepciones no reconoce la necesidad de formarse en al área pedagógica. Debemos advertir y cuanto antes mejor, que de no contar con dicha formación, que excede la del campo disciplinar que nos es propio, nuestra práctica docente se verá cada vez más desvalorizada, por no contar con los instrumentos formativos que la legitimen.
Dice Lucarelli: “El poder y el prestigio no provienen de la docencia universitaria como saber pedagógico, sino del dominio de un campo científico, tecnológico o humanístico”. No acuerdo con lo afirmado por la autora. Es una verdad a medias. Creo que la docencia universitaria genera un halo de prestigio que rodea al profesional; la sociedad lo valora. Lo que  el docente debe asumir seriamente es su formación pedagógica continua, para ser merecedor de  ese prestigio.
Es necesario romper con prácticas impuestas por la epistemología positivista firmemente arraigada, caracterizada por la transmisión y que reduce al estudiante a un sujeto receptor pasivo del conocimiento.
La autora habla de un “estilo de enseñanza innovador”, fundamentado en la tríada sujeto docente-alumno-contenido, que supone la modificación en el modelo didáctico y en su organización, de manera tal que afecta a los propósitos, los contenidos, las estrategias, los recursos, el rol del docente, el rol del alumno y en especial, el sistema de relaciones entre estos componentes.”….. Pone énfasis en la relación dinámica entre teoría y práctica, lo cual no es sencillo en el contexto universitario, donde el predominio de lo verbal, lo disciplinar y lo conceptual aparece homologado con la excelencia educativa.
Pienso, la innovación es un trabajo que nos desequilibra, desacomoda, incomoda, que para algunos implica ceder espacios sobre los que por muchos años nos hemos desplazado. Me pregunto ¿Conservamos la libertad permaneciendo, o permanecemos esclavos? Qué frase!! Solo un juego de palabras que surgió en el proceso de reflexión, quizás respondiendo a la necesidad de metacognición. Espero que no solo “suene” bien!

En  “Las creencias académico –sociales del profesor y sus efectos”, M, Teresa Vega Rodríguez y Ana Isabel Isidro de Pedro, dicen: “La educación en el aula y la solución de los problemas que en ella se producen, (fracaso y retraso escolar, integración social) deben ser abordados desde una perspectiva psicosocial, teniendo en cuenta los factores del  contexto socioescolar en el que tienen lugar las actividades de formación, y cómo éstos determinan el aprendizaje, el rendimiento académico y en definitiva el desarrollo personal integral del alumno. El profesor debe identificar las necesidades y deficiencias de índole comportamental, afectivo-emocional, aptitudinal y relacional. Y por otro debe predecir e interpretar las actitudes y conductas mostradas por el alumnado y anticiparse a ellas, para orientar y  fomentar la adquisición de conocimientos, habilidades y comportamientos socialmente deseables.

En 1968, los psicólogos sociales Rosenthal y Jacobson descubrieron cómo las expectativas del profesor (inducidas experimentalmente) sobre las cualidades intelectuales de ciertos de sus alumnos, influían en su trato para con ellos y por ende, en el rendimiento escolar (profecía autocumplida).
 Con la experiencia, las personas se van formando ideas e impresiones globales sobre cómo son los demás y qué se puede esperar de ellos. Esto se llama “proceso de percepción social”. Así, si el profesor cree que el grupo al que va a impartir clase es aventajado ¿influirá con sus predicciones sobre el rendimiento académico?
La expectativa negativa que solemos tener sobre nuestros alumnos no solo sirve de excusa para no cambiar nada, sino que influyen negativamente sobre su rendimiento.
Si les ofrecemos lo que nosotros creemos que no son capaces de hacer (expectativa negativa) por propia determinación difícilmente logren ni su crecimiento personal, ni la autonomía tantas veces requerida. …. Es suficiente por hoy!! Continuará!

sábado, 5 de febrero de 2011

Enseñanza vs. Educacion?

Sigo reflexionando y compartiendo.
Estoy leyendo varios libros al mismo tiempo….. en realidad no es tan así, pero transcurro de uno a otro sin razones claras. Simplemente la inquietud “diaria” me conduce hacia uno u otro y…. lo más importante: disfruto de la lectura sin obligaciones!
Cómo no disfrutar de Bourdieu, Morin,…. Umberto Ecco???  No son afirmaciones de una intelectual; no lo soy. Simplemente he descubierto en mí, como ya lo dije en otros posts,  la necesidad de compartir.
Mis libros tienen mi sello; leo, releo, subrayo, sobreescribo, apunto, …”desordeno”! De esos renglones marcados y releídos extraigo algunas ideas que “copio y pego”. Es mi blog…… ¡!
Si mirás a los costados de lo que estás leyendo, verás los gadgets de Morin, pensador que descubrí, casi accidentalmente , en una búsqueda personal y hoy está entre mis autores de cabecera (Él no lo sabe,  …. Si lo supiera…..!!!!!)
Morin hace ya varios años decía que la educación tiene entre sus objetivos favorecer la “autonomía de pensamiento”,….. y… yo recién lo estoy descubriendo??!! Quizás porque confundía Enseñanza con Educación. La enseñanza tiene un sentido más restrictivo, se la relaciona más con la transmisión que con la formación.  La educación debe ayudarnos a vivir, de lo contrario no es educación. Dice Kleist “El saber no nos hace mejores ni más felices”, pero nos ayuda a ser mejores (por su acción formativa) y a asumir la parte prosaica y poética de nuestras vidas, que quizás pueda colaborar en el logro de la felicidad. No lo se´. (Estoy hablando de felicidad; no me reconozco). Retomo .
Siguiendo con el tema que me he propuesto, leyendo a Morin , pensando, acuerdo con él en que la globalidad, la complejidad del mundo presenta problemas que requieren soluciones multidimensionales  y sin embargo los saberes están cada vez más disociados, parcelados en disciplinas. La hiperespecialización impide ver lo global y lo poco que ve, lo hace descontextualizado. Es todo un tema. La enseñanza separa lo que está unido. Si el conocimiento pertinente es el que sitúa la información en su contexto, digo, no es mucho lo que está bien en nuestro sistema educativo. Si la enseñanza separa, disocia, desintegra, poco contribuye a la Educación. Debemos desarrollar la aptitud para contextualizar. Sucede que además confundimos conocimiento con información. La información constituye parcelas de saberes dispersos, mientras que el conocimiento es tal cuando la información se ha organizado, relacionado, contextualizado.
 Los problemas complejos no pueden solucionarse con “información” aislada.
No estoy segura de concluir esta entrada con el siguiente supuesto: Así, como está hoy la educación, ¿desarrolla las aptitudes humanas o las atrofia? Hasta la próxima….!!

jueves, 3 de febrero de 2011

Reflexionando????!!!

Repaso los videos de la entrevista a Roger Schank y saco algunos apuntes que me animo a compartir!
No se puede enseñar al margen de la evolución del cerebro del niño. Las conexiones nerviosas son importantes en el aprendizaje. La evolución del cerebro de un niño requiere estimulación. Se desarrolla primero el área del cerebro que interpreta la palabra y luego aquella que permite pronunciarla. Sin embargo en más de una oporunidad "decimos" lo que no entendemos.
La “curiosidad” es innata y debe ser potenciada. Recuerdo que alguien dijo: "La escuela mata la creatividad". Y es más según algunos autores lo peor de la Educación está en la escuela... Estoy repitiendo, no afirmando..... ( instinto de supevivencia, no voy a suicidarme en mi propio blog!!!!)
La emoción y el conocimiento no pueden separarse: un niño infeliz tiene más dificultades de aprendizaje que otro que no lo es.
Más que enseñar se debe hacer practicar lo que luego se va a hacer.
La Educación se concibe erróneamente  como “transmisión de conocimiento”. Eso conduce a  desencanto  y frustración. Basada en la memorización. Se valora la respuesta.
 La acumulación de conocimiento tiene cada vez menos valor. La información está disponible en las computadoras, pero en nuestra sociedad lo que se obtiene con facilidad se devalúa!!!!!
Se valoriza lo “difícil”. ¿Eso significaría que el conocimiento tiene cada vez menos valor? Digo, si la tecnología ha  facilitado el acceso al conocimiento, ….por ser sencillo , ¿tiene poco valor? Creo tener la respuesta. Ojalá vos encuentres  la tuya.
Creo que no tiene sentido agotar nuestro propio disco duro, nuestra propia capacidad de memoria, si existe otro que puede hacer mejor  el trabajo de almacenamiento,  tiene “memoria expandible” y podemos transportarlo en pequeños accesorios (notebooks, netbooks, pendrives, teléfonos móviles)
¿Cómo se aprende? Según Roger Schank: El aprendizaje es comprender el orden en que suceden las cosas. El hombre tiene cierta expectativa sobre el orden en que suceden algunas cosas ( cadena de sucesos predecibles) y existen algunas excepciones.  la vida está llena de excepciones). Pero la Educación lo que hace es enseñar que “algo”, un “hecho”, es SIEMPRE  así como se enseña , que sucede y se repite  de la misma manera  y evalúa para comprobar que se ha aprendido. No se tienen en cuenta esas excepciones. Es hegemónica. La misma experiencia para todos.
Es importante “lo que se enseña” y “cómo se enseña”. REPETIR lo que otro te dice  no es una buena manera de aprender. Nadie se convierte en experto si no hace algo una y otra vez: “APRENDER HACIENDO”. La educación se concibe como PRÁCTICA Y EXPERIENCIA-
Podríamos aprobar los exámenes que rendimos el año pasado? Es probable que no. ¿Por qué? porque se memorizó…… no se aprendió.
La educación basada en tecnología computarizada ha facilitado el acceso a la información y las computadoras deben ser una herramienta capaz de  favorecer o mediar  el proyecto pedagógico. Si con las computadoras se sigue sosteniendo el mismo sistema educativo, no tiene sentido su uso. Las computadoras son el medio ideal para enfocar a educación en la práctica. Forman parte de la solución, pero no son por sí mismos “la solución”. La clave está en el sistema., en el cambio de modelo. Las computadoras permiten tener una experiencia individual. Los profesores deben concentrarse en comprender que es lo que los estudiantes quieren hacer y en ayudarlos a hacerlo. Hay que tutorizar a los estudiantes mientras practican y mejoran. Si los profesores no hacemos eso no estamos ayudando.
APRENDER debería ser divertido!!!!?????
De una importante reunión de sabios ( expertos ) en Europa surgieron las siguientes ideas:
La educación debe enfrentarse a nuevos desafíos: debe ser  más eficaz, más humanista y basada en la inteligencia emocional y no en el coeficiente intelectual.
Algunos de los problemas con los que se enfrenta la Educación es la DESMOTIVACIÓN: estudiar no garantiza conseguir un buen trabajo.
 Más importante que saber es mantener la capacidad de APRENDER SIEMPRE.
                                                           Continuará