sábado, 30 de abril de 2011

Ernesto Sábato

“….. en todo caso, había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío”.

Aquél que ha leído a Sábato, sabrá a qué obra pertenece esta frase, y para el que nunca se ha acercado a su literatura, quizás la curiosidad lo conduzca a hacerlo.  Hoy siento la necesidad de hojear  sus libros,  mis libros  ….. bien “conservados”. No; me rectifico, los libros no se conservan, están ahí, en un lugar privilegiado de mi biblioteca. No son muchos, pero son los que quiero, los que he leído y  releído. Miro las anotaciones, las marcas. No recordaba el nombre de aquella mujer que atrajo apasionadamente  a Pablo Castel, un pintor neurótico, que  atormentado por una tremenda contradicción entre “deseo”  y “miedo” asesina a María Iribarne…….( El Túnel). Sábato cuenta que para publicar esta novela debió sufrir amargas humillaciones, ya que por su formación científica nadie creía que pudiera dedicarse seriamente a la literatura. Fue rechazado por todas las editoriales, incluso por la de Victoria Ocampo. Tal era su vergüenza que si no hubiera sido por su querida Matilde, que retiraba el original de las editoriales, esa obra hubiera quedado olvidada en alguna de ellas. Por suerte, la generosidad de un amigo le permitió su publicación en Sur. Al año siguiente fue publicada en Francia gracias a la iniciativa de Albert Camus, nada menos. Corría la última parte de la década de los 40.
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“Al ser humano se le están cerrando los sentidos, cada vez requiere más intensidad, como los sordos”. Sábato habla así de la televisión. “El hombre se está acostumbrando a aceptar pasivamente una constante intrusión sensorial. Y esta actitud pasiva termina siendo una servidumbre mental, una verdadera esclavitud”. Son algunas frases de “La resistencia”. Intento elegir alguna para reproducirla, pero me resulta imposible quedarme con una. No puedo dejar de leer. La lucidez de sus ideas me conmueven, me cautivan. Sábato alude permanentemente a los sentidos. Hombre de profunda sensibilidad! “Cuando somos sensibles, cuando nuestros poros no están cubiertos de las implacables capas, la cercanía con la presencia humana nos sacude, nos alienta, comprendemos que es el otro el que siempre nos salva”……
“¡Qué poco tiempo le dedicamos a los viejos! Ahora que yo también lo soy….Nuestra “avanzada” sociedad deja de lado a quienes no producen”. Me pregunto, ¿se habrá sentido solo en su último tiempo? No lo creo. Si esa afirmación es verdadera, no sería  c su caso;  Sábato nunca dejó de producir, primero la literatura, luego la pintura. Qué persona multifacética!

Defensor por naturaleza de los Derechos Humanos. En sus ensayos se advierte la valorización del hombre, de la condición humana: “Al parecer, la dignidad de la vida humana no estaba prevista en el plan de globalización…… Son excluidos los pobres que quedan fuera de la sociedad porque sobran”.
Sus visitas a la “Carpa Blanca”, frente al Congreso: “Sí, queridos maestros, continúen resistiendo, porque no podemos permitir que la educación se convierta en privilegio”.
Más de una vez visitó  la Villa Treinta y Uno; en una oportunidad para solidarizarse con los sacerdotes que ayunaban en repudio por la crueldad con que se pretendió echar a la gente, derribando sus casas con topadoras.
Presidente  de la CONADEP (Comisión nacional sobre la desaparición de personas). Escribe Sábato: “ El horror que día a día íbamos descubriendo, dejó a todos los que integrábamos la CONADEP, la oscura sensación de que ninguno volvería a ser el mismo, como suele ocurrir cuando se desciende a los infiernos”. Ese era su sentir.
La comisión entregó su informe el 20 de septiembre de 1984 al Presidente de la República, Raúl Alfonsín. Ese informe se transformó en el libro Nunca más, cuyo prólogo fue responsabilidad de Sábato.
La muerte de su hijo Jorge  Federico lo arrastró a la angustia, la desolación. La pintura lograba aliviarlo, pero solo por un rato. La música que Jorge amaba lo ayudaba a “aguardar con infinita esperanza” el momento de reencontrarse con él en ese otro mundo, que quizás exista.

No sé si era pesimista o escéptico,  quizás ambas o  ninguna de las dos cosas. Sé que fue un grande, coherente para vivir y morir: “De la misma manera, cuánto mejor es morir en la propia cama, rodeado de afecto, acompañado por las voces, los rostros y los objetos familiares…….” Así vivió y murió.

“Aunque terrible es comprenderlo, la vida se hace en borrador y no nos es dado corregir sus páginas”.

             Con todo respeto: mi homenaje. Marcela López

jueves, 21 de abril de 2011

A propósito de Mario Vargas LLosa: Discurso Premio Nobel /Estocolmo

Disfrutemos de la palabra de un grande!

Siguiendo a Morin: APRENDER A VIVIR

Ya Durkheim   sostenía que el objeto de la educación no es darle al alumno cada vez mayor cantidad de  conocimiento, sino constituir en él un estado interior y profundo, que lo oriente en un sentido definido no solo durante la infancia sino durante toda la vida.
APRENDER A VIVIR  necesita no solo conocimientos, sino de la transformación del conocimiento en sapiencia  y de la incorporación de esta sapiencia a la vida.
Ningún conocimiento puede lograrse sin interpretación y para que esto ocurra es necesario la acción de una estructura nerviosa superior: el cerebro. Esto debería  ser usado desde la escuela primaria. Sería bueno que intentemos recordar si  en nuestra educación primaria nos enseñaron a interpretar.  Si así sucedió, podes sentirte un privilegiado del sistema. Y debo decirte que no confundas la respuesta,  porque no es lo mismo que alguien te ayude a interpretar como ese alguien quiere, a  que interpretes  por vos mismo.
La escuela debería promover, movilizar o desarrollar todas las capacidades humanas, ayudar a tomar conciencia de la propia existencia, a  valorar la vida y no solo propender al  desarrollo de las capacidades que exigen las necesidades utilitarias.
Siempre hago la misma pregunta: ¿todo lo que se aprende debe tener un fin utilitario? No creo que aprender  los movimientos de una sinfonía,  escuchar las  notas ligadas,  los  acordes melodiosos de Claro de Luna  de Beethoven, la tristeza de las notas de Adagio de Albinoni, alguna intempestuosa  Polonesa de Chopin,  tengan más utilidad que servir al placer de escucharlas, de “sentirlas”. Esa  alegría, tristeza, melancolía  producen en mí  un inmenso placer, sirven a mi espíritu; y solo los humanos tenemos el privilegio de disfrutar.
Aprendí a disfrutarlo porque mi madre me decía que “había que acostumbrar el oído a la buena música”, pero no porque la escuela  me haya facilitado el acceso a este conocimiento. Cuánto material humano desperdiciado! Aparentemente la sensibilidad no tiene valor educativo. Ya lo he dicho. ¿No sería más placentera la educación si nos permitiera “disfrutar” de la música, la poesía, de las relaciones humanas? Durante décadas  y hasta la actualidad las escuelas se jactaron del “silencio” de sus claustros. Hasta las palabras suenan tenebrosas, lúgubres. Tengo 52 años y este es el recuerdo de aquellos años. Hoy paso por algunos colegios y al menos se escucha ruido, pero no logro percibir  la alegría que  genera la escuela en los chicos y jóvenes que a ellas asisten. Supongo que eso responde solo a un  problema de percepción personal.
Por otro lado, proclamamos que  uno de los propósitos de la escuela es ayudar a aprender a vivir, pero ….¿ podemos lograrlo con preguntas que solo tienen una respuesta correcta?  Aprender a vivir requiere “estrategias”, búsquedas, elección, discernimiento. No siempre hay respuestas correctas, sino la elección de alguna posibilidad en un momento y espacio dado.
Además cómo podemos hablar de respuestas “correctas” si una de las pocas certidumbres  de este tiempo es el naufragio de las certezas absolutas. Eso nos pone frente a la presencia de la “incertidumbre” y la educación debe colaborar para aprender a enfrentarla
Dice Morin que hay tres tipos de incertidumbre.
1. Incertidumbre  cerebral : el conocimiento no es nunca reflejo de lo real, sino traducción y reconstrucción lo que conlleva el riesgo del error.
2. Incertidumbre psíquica : el conocimiento requiere interpretación.
3. Incertidumbre epistemológica: conocer y pensar no es llegar a una verdad totalmente cierta.
El conocimiento verdadero hoy, puede no serlo mañana. De modo que la educación debe preparar para el mundo incierto y para esperar lo inesperado. Al respecto Morin habla de la ecología de la acción. Toda acción una vez ejecutada entra en un juego de interacciones y retroaaciones dentro del medio en el que se lleva a cabo. Unos renglones más arriba decía que la vida requiere de estrategias. La estrategia tiende a modificar sus acciones en función del contexto. Qué paradoja, la educación en general se basa en programas, que son lineamientos que se pueden determinar con certeza cuando existen condiciones externas estables…… , no es el caso de la vida. Por lo tanto si la educación debe preparar para la vida más que valerse de programas, tendría que valerse de estrategias.
“Cada individuo debe ser plenamente consciente de que su propia vida es una aventura, incluso cuando cree que está encerrada en una seguridad; todo destino humano implica incertidumbre irreductible, inclusive la certeza absoluta, la de la muerte, ya que ignoramos su fecha. …..” (Morin). 
¿Tendrán algo que ver en la inercia  del sistema educativo,  los miedos a los que alude Pichón Riviere en sus estudios sociológicos: miedo al ataque y miedo a la pérdida?
No tengo la respuesta,…. o sí …, pero me cuesta aceptarla?
Encontré el atajo que justifica la inercia: el miedo forma parte de la condición humana. 

domingo, 17 de abril de 2011

Bourdieu y "el buen gusto"

Dice BOURDIEU:
  • Las diferencias de “gusto” tienen una correlación con  las diferencias sociales.
  • Existen diferencias entre los gustos espontáneos y los gustos proclamados.
  • Tenemos tendencia a asignarnos más cultura de la que realmente tenemos.
  • El gusto es la extraña capacidad de hacer distinciones que distinguen.
  • El snobismo es la voluntad de distinguirse……. Qué bien lo explica!!!

viernes, 15 de abril de 2011

Acerca de la puesta en valor de la “intuición” en la Educación…. Y algo más!

Este post pertenece a   mi colega y amigo Dr. Marcelo A. Mazzeo que como yo (y por suerte muchos más) ha puesto su mirada en la Educación.
                                        Mi agradecimiento a su importante colaboración. 

Para todos aquellos que tenemos la imperiosa necesidad  de seguir aprendiendo, la lectura se ha convertido en la gran “vedette” para acercarnos al conocimiento. Por estos caminos con los cuales siempre nos sorprende la vida, ha llegado a mis manos una obra del Sicólogo y Periodista Daniel Goleman, titulada “El espíritu creativo”. Este autor me ha sorprendido con este apartado que transcribo de modo textual: “La capacidad de tomar decisiones intuitivas es un ingrediente básico de la creatividad. La intuición significa renunciar al control de la mente pensante y confiar en la visión del inconsciente. Como no se puede cuantificar ni justificar en forma racional, a menudo encuentra oposición en el lugar de trabajo. Pero tiene el olor de la verdad, porque se basa en la habilidad del inconsciente de organizar la información en ideas nuevas no anticipadas.(…..) Lamentablemente , las escuelas no nos enseñan a confiar en nuestra intuición. En cambio, enseñan una suerte de conocimiento absoluto. Enseñamos a los alumnos a buscar la respuesta correcta, que encontraran reuniendo información completa. Pero en la vida real descubres que, incluso después de reunir toda la información relevante, sigue habiendo un hueco, una parte que no se puede calcular con precisión. Y es ahí donde debes poner en juego tu intuición para tomar la decisión final y seguir adelante. En las escuelas también cometemos un error cuando medimos el desempeño en términos absolutos. Enseñamos en función de respuestas específicas, en centímetros, en kilos, en cantidades específicas correctas e incorrectas. Y calificamos en consecuencia. Pero nunca decimos a los alumnos qué hay mas allá de la categoría de los valores absolutos, ni acerca de las incertidumbres con las que te encuentras constantemente en la vida real. Asi que pienso yo que deberíamos enseñar ambas aproximaciones al conocimiento: el de las mediciones numéricas y el conocimiento que da la intuición”.
Después de tan certeros enunciados poco es lo que queda por agregar y mucho lo que deberíamos reflexionar acerca de dos aspectos ampliamente vinculados con la enseñanza. El primero referido a la manera en que enseñamos durante el proceso de formación disciplinar y en segundo término al modo con el cual evaluamos.
El primer aspecto, debe propender a recomponer la imagen que queremos de docente, en todos los ámbitos escolares. De una forma u otra, todos hacemos docencia. Desde los espacios informales como el hogar, la calle, en nuestro lugar de trabajo y en los “claustros” donde la enseñanza formal abarca el proceso formativo en áreas específicas. En nuestro País, hay un mito instaurado, donde los maestros y profesores somos vistos por el conjunto de la sociedad como los dueños absolutos del “saber”. Es así que a partir de ello, creemos tener derechos adquiridos, lo cual dista mucho de ser realmente cierto. Durante toda la vida vamos adquiriendo conocimiento  con el mismo criterio con el que compramos  bienes materiales (dinero, propiedades, acciones etc). En consecuencia, el tratamiento que le damos a ese conocimiento no es nada más ni nada menos que el de un sentido posesivo con cierto grado de omnipotencia histérica que nos hace percibirnos superiores al resto de la sociedad.  Daniel Goleman, con gran sabiduría nos dice que nuestro esfuerzo nunca será  suficiente para alcanzar la adquisición absoluta  del conocimiento. Con esto no se afirma que no seamos ambiciosos por conocer más.  Al contrario es muy saludable vivir en búsqueda de nuevo conocimiento. Pero una cosa es el anhelo de superación intelectual y otra muy distinta es creer que seamos dueños de la totalidad de la fuente del conocimiento disciplinar.  Y como el conocimiento siempre es dinámico y parcial, es aquí donde debemos permitir en los estudiantes la  incorporación de una cuota de “intuición” que los lleve al encuentro del sentido común y que facilitará dar soluciones al menos parciales  a algunas cosas  que escapen de la medida y de la regla matemática. Esto le permitirá  al estudiante salir de una actitud tradicional estereotipada para promocionarlo como un ser con pleno ejercicio de una autonomía responsable, que analice con juicio critico todas sus acciones y las de los demás en el ámbito que por propia convicción haya elegido desde su libre albedrío.
En segundo término, es importante cambiar el criterio que, en general la actual docencia utiliza. Lo más común es evaluar utilizando parámetros  que no hacen otra cosa que castigar o premiar a los estudiantes en función de una calificación establecida por los convencionalismos de  estructuras educativas obsoletas. Este tema tan algido y controversial es el que completa el espectro de inercia en el cual se encuentra sumido nuestro sistema. Nadie se anima a tirar la primera piedra, pero muchos pensamos que el método evaluativo convencional ha decididamente claudicado. El diez, el cuatro y el uno; el excelente, el distinguido y el regular, no hacen otra cosa que condicionar la actitud de nuestros educandos bien sea por soberbia o por humillación y en consecuencia obturando sus potencialidades de saber más.
La evaluación debiera contemplar todo el espectro formativo disciplinar, desde un aspecto global, hasta los aspectos más particulares, incluyendo no solo lo conceptual sino también lo intuitivo. Debe ser abarcativa  del todo, sin dejar de considerar cada una de las partes de esa integralidad conceptual. De este modo y a la luz de un nuevo enfoque, cabe decir que la evaluación también debe salir de la “rígida caverna” que construimos y mirar el futuro con criterio de apertura.
 Bajo una nueva óptica, la evaluación debiera velar por el cumplimiento de haber alcanzado plenamente los objetivos propuestos y consecuente aplicación en situaciones reales de una determinada etapa de formación disciplinar.
Debemos huir definitivamente de los rótulos que hunden a los aplazados y ponderan a los premiados con banderas y medallas. En la evaluación no pueden existir mas excluidos y elegidos, solo seres humanos preparados para seguir promoviendo la evolución de nuestra especie.
Esto moviliza una estructura tan arraigada en nuestra convicción docente  con nuestra jerarquía de tales, puesto que en la “ ley del gallinero”  los estudiantes están muy sucios y en el ultimo palo!!!!.
Miremos la organización jerárquica educativa desde un punto de vista organizativo y administrativo, pero no llevemos esta imagen al aula. En ella hay un actor principal (el estudiante) y un actor secundario( el docente).  El primero aspirara apropiarse del conocimiento basado en la motivación y el segundo propenderá a transmitir y guiar este proceso basándose en la estimulación correcta de sus discentes. No olvidemos que todo estudiante por mas limites intelectuales, sociales, económicos y afectivos que tenga siempre llegara a la meta propuesta si su estímulo es lo suficientemente grande como para lograrlo. Nosotros no debemos ser un obstáculo más, sino un favorecedor de este proceso y aquí radica nuestra gran responsabilidad.
Por su parte, no podemos dejar de lado las  consecuencias de la “modernidad líquida”, donde todo es ya y ahora, con relaciones interpersonales descartables y mediáticas, con cierto  impacto negativo sobre las nuevas generaciones. Pero la respuesta a ello, no debe basarse en la represión y  en la ligereza, puesto que son dos caras opuestas de una misma moneda,  que distan de ser  aliados para una sana educación. A mi criterio, nuestra postura debe sostenerse en un justo medio, donde prime el equilibrio entre el ser y el deber ser en el que los actores de la motivación y de la estimulación colaboren con responsabilidad en el homeostático ejercicio de los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Será acaso que los docentes tendríamos que indagar aún más sobre cual es el justo medio para evitar el impacto contraproducente de una deficiente formación. Pero esto también tiene sus dimensiones según el ojo con el que se mida dicho parámetro y ya haríamos consideraciones filosóficas que prefiero no ahondar. Pero sobre esto cabe considerar un principio biológico natural inviolable que va mas allá de especulaciones personales, morales, sociales, políticas y también religiosas.
No obstante, comencemos a evaluar la transversalidad en la educación, basada en el respeto mutuo y la responsabilidad compartida, funcionando como una gran orquesta donde el sonido armónico y equilibrado de cada  instrumento nos lleve a interpretar la mejor melodía.   
                                                                                                                           Marcelo A. Mazzeo

jueves, 14 de abril de 2011

La escuela es el lugar donde se fabrican las personas. Bourdieu .

  • La escuela es el lugar donde se fabrican las personas.  

Qué afirmación dura!!
No se puede estudiar seriamente el mundo social si no se estudia este lugar donde las personas son creadas y donde se crean y profundizan  las diferencias sociales. En la escuela se reproducen las diferencias sociales. Existe una relación directa entre el origen social de los alumnos y los resultados académicos. Las desigualdades académicas no se explican completamente a partir de las desigualdades económicas. Bourdieu habla del “capital cultural”: de nuestras familias heredamos no solo cosas materiales, sino instrumentos de conocimiento, de expresión, de saberes, cosas transmitidas por la familia inconscientemente y que contribuyen al éxito académico. Los estudiantes provenientes de clases más altas tienen un lenguaje, modos, que están  próximos al que exige la escuela y eso  los favorece.

  • Las apreciaciones escolares son juicios sociales que se niegan como tales.

Alguna vez hemos escuchado: “Ud. no tiene dotes para…..idioma, o para tal o cual cosa”! Es una de las afirmaciones  más aterradoras que podemos decirle a alguien. Sabemos que la naturaleza es una fuerza poderosa y es difícil luchar contra ella.
Si aceptamos que ciertas aptitudes son el producto de situaciones sociales, históricas, familiares, aquellos que no han podido desarrollarlas, podrán aprenderlo.
Cuando se ignora que las aptitudes son un producto social, histórico, familiar se establece el concepto de “don”.
El “don” es un concepto aristocrático que significa que el que lo tiene, ….. lo tiene sin haber hecho nada, como si fuera de naturaleza biológica: lo saben todo sin aprender nada. Podemos encontrarnos con dos posiciones opuestas, ambas igualmente peligrosas: por un lado aquel que se auto atribuye el don y en contraposición aquel que no lo tiene y no puede hacer nada para tenerlo porque no está en su naturaleza. Dice Bourdie que estas situaciones no son generadas por alguien voluntariamente, no hay una mente diabólica que cree estas diferencias, sino que  son mecanismos inconscientes  de la sociedad que  “expulsan” al que no tiene la “aptitud”. Es frecuente que se señale como primer “culpable” a la escuela. No hay que buscar “culpables”.  En realidad son responsabilidades complejas que sobrepasan a los educadores, lo que no significa que ellos no puedan hacer algo.

Creo que necesitamos hacer una “pausa” para dejar espacio y tiempo para pensar y repensar. Así la lectura tendrá sentido. Bourdieu ... lo necesita. No, me rectifico. Somos nosotros quienes lo necesitamos. 


sábado, 9 de abril de 2011

PALABRA: acción y reflexión (Paulo Freyre / 4)

La palabra “pronunciada” es transformadora

Si admitimos el diálogo, como fenómeno humano, se nos revela la palabra: de la cual podemos decir que es el diálogo mismo. Y, al encontrar en el análisis del diálogo la palabra como algo más que un medio para que éste se produzca, se nos impone buscar, también, sus elementos constitutivos.
Esta búsqueda nos lleva a sorprender en ella dos dimensiones acción y reflexión— en tal forma  solidarias, y en una interacción tan radical que, sacrificada, aunque en parte, una de ellas, se resiente inmediatamente la otra. No hay palabra verdadera que no sea una unión inquebrantable entre acción y reflexión y, por ende, que no sea praxis. De ahí que decir la palabra verdadera sea transformar el mundo.
La palabra inauténtica, por otro lado, con la que no se puede transformar la realidad, resulta de la dicotomía que se establece entre sus elementos constitutivos. En tal forma que, privada la palabra de su dimensión activa, se sacrifica también, automáticamente, la reflexión, transformándose en palabrería, en mero verbalismo. Por ello alienada y alienante. Es una palabra hueca de la cual no se puede esperar la denuncia del mundo, dado que no hay denuncia verdadera sin compromiso de transformación, ni compromiso sin acción.
Si, por el  contrario, se subraya o hace exclusiva la acción con el sacrificio de la reflexión, la palabra se convierte en activismo. Éste, que es acción por la acción, al minimizar la reflexión, niega también la praxis verdadera e imposibilita el diálogo.
Cualquiera de estas dicotomías, al generarse en formas inauténticas de existir, genera formas inauténticas de pensar que refuerzan la matriz en que se constituyen.
La existencia, en tanto humana, no puede ser muda, silenciosa, ni tampoco nutrirse de falsas palabras sino de palabras verdaderas con las cuales los hombres transforman el mundo. Existir, humanamente, es "pronunciar" el mundo, es transformarlo. El mundo pronunciado, a su vez, retorna problematizado a los sujetos pronunciantes, exigiendo de ellos un nuevo pronunciamiento.
Los hombres no se hacen en el silencio, sino en la palabra, en el trabajo, en la acción, en la reflexión.

martes, 5 de abril de 2011

"La educación problematizadora" (Paulo Freire/ 3)

Diálogo Liberador
La propuesta de Freire es la "Educación Problematizadora" que niega el sistema unidireccional propuesto por la "Educación bancaria" ya que da existencia a una comunicación de ida y vuelta.
En esta concepción no se trata ya de entender el proceso educativo como un mero depósito de conocimientos sino que es un acto cognoscente y sirve a la liberación quebrando la contradicción entre educador y educando. Mientras la "Educación Bancaria" desconoce la posibilidad de diálogo, la "Problematizadora" propone una situación gnoseológica claramente dialógica.
Desde esta nueva perspectiva, el educador ya no es sólo el que educa sino que también es educado mientras establece un diálogo en el cual tiene lugar el proceso educativo. De este modo se quiebran los argumentos de "autoridad": ya no hay alguien que eduque a otro sino que ambos lo hacen en comunión.
El educador no podrá entonces "apropiarse del conocimiento" sino que éste será sólo aquello sobre los cuáles educador y educando reflexionen.
La educación, como práctica de la libertad, implica la negación del hombre aislado del mundo, propiciando la integración.
La construcción del conocimiento se dará en función de la reflexión que no deberá ser una mera abstracción. El hombre, siempre deberá ser comprendido en relación a su vínculo con el mundo.
Y finalmente, Freire señalará que así como la "Educación Bancaria" es meramente asistencial, la "Educacion Problematizadora" apunta claramente hacia la liberación y la independencia. Orientada hacia la acción y la reflexión de los hombres sobre la realidad, se destruye la pasividad del educando que propicia la adaptación a una situación opresiva. Esto se traduce en la búsqueda de la transformación de la realidad, en la que opresor y oprimido encontrarán la liberación humanizándose.

sábado, 2 de abril de 2011

Paulo Freire /Pedagogía del oprimido (2º parte)

Me pregunto ¿ el discurso en política  educativa está cargado de  una cuota de hipocresía?. 
Digo esto porque he visto a lo largo de mi  vida, puestas en marcha de programas que hoy creo, solo en el discurso aseguraban la igualdad de oportunidades. De lo contrario, la transformación hubiese sido posible.  Dice Paulo Freire que mantener el estado de ignorancia asegura la inercia. Me impresionó la afirmación: "los ignorantes siempre son los otros". ¿Cabe duda quiénes son los otros? Como siempre te invito a pensar...

EL SABER COMO UN DEPÓSITO
En la educación bancaria la contradicción es mantenida y estimulada ya que no existe liberación superadora posible. El educando, sólo un objeto en el proceso, padece pasivamente la acción de su educador.

En la concepción bancaria, el sujeto de la educación es el educador el cual conduce al educando en la memorización mecánica de los contenidos. Los educandos son así una suerte de "recipientes" en los que se "deposita" el saber.
El educador no se comunica sino que realiza depósitos que los discípulos aceptan dócilmente. El único margen de acción posible para los estudiantes es el de archivar los conocimientos.
El saber, es entonces una donación. Los que poseen el conocimiento se lo dan a aquellos que son considerados ignorantes. La ignorancia es absolutizada como consecuencia de la ideología de la opresión, por lo cual es el otro el que siempre es el poseedor de la ignorancia.
De este modo, a mayor pasividad, con mayor facilidad los oprimidos se adaptarán al mundo y más lejos estarán de transformar la realidad.
De este modo, la educación bancaria es un instrumento de la opresión porque pretende transformar la mentalidad de los educandos y no la situación en la que se encuentran
Freire señala sin embargo, que incluso una educación bancaria puede despertar la reacción de los oprimidos, porque, aunque oculta, el conocimiento acumulado en los "depósitos" pone en evidencia las contradicciones. No obstante, un educador humanista revolucionario no debería confiarse de esta posibilidad sino identificarse con los educandos y orientarse a la liberación de ambos.
Pero tanto el educador como los educandos, así como también los líderes y las masas, se encuentran involucrados en una tarea en la que ambos deberían ser sujetos. Y no se trata tan solo de descubrir y comprender críticamente sino también de recrear el conocimiento. De esta manera, la presencia de los oprimidos en la búsqueda de su liberación deberá entenderse como compromiso.

viernes, 1 de abril de 2011

Paulo Freire /Pedagogía del oprimido (1º parte)

Para leer lentamente,  para volver sobre las mismas palabras. El mensaje de Paulo Freire es claro. Al menos permitámonos reflexionar...... , aunque eso no sea suficiente para cambiar! Algunas palabras "suenan": asistencialismo, dependencia!....



A menudo se señala a Freire como entre los últimos pedagogos que han analizado la problemática educativa desde un punto de vista integral.

Muchas veces se ha mencionado que la alianza entre la Unión Soviética con Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia en la Segunda Guerra Mundial era un pacto meramente circunstancial. La convivencia prolongada entre los regímenes comunistas y democráticos se haría imposible una vez finalizada la contienda. La "guerra fría" sobre el final de la segunda guerra, enfrentó así a dos superpotencias: EEUU por un lado y la URSS por el otro.
Durante esta época (1855-1980 aprox.), el mundo estaba dividido en un sistema bipolar rígido, en el que no eran admitidas posiciones intermedias, que alineaba a dos bloques de países agrupados en torno a las potencias imperiales: Estados Unidos y la Unión Soviética. El mundo de la posguerra había sido preparado para contemplar la hegemonía de los tres grandes, pero el agotamiento del Reino Unido y los graves problemas que le acarreó su proceso descolonizador, le forzaron a descargar paulatinamente su peso internacional en los norteamericanos, que se convirtieron así en el contrafrente occidental del bloque soviético.
El apogeo del capitalismo en Occidente durante el período de la Guerra Fría, coincide con la mayor oposición al sistema. Durante estas décadas, las desigualdades reflejadas en sectores marginados del desarrollo capitalista, genera un espacio propicio para las ideologías revolucionarias que abrigaban la esperanza de modificar la situación.
De este modo se encontraban por un lado aristocracias-oligarquías y por el otro, las masas urbano-campesinas, ambos extremos, enfrentados como consecuencia natural de la polarización ideológica que caracterizó a este período. Los conservadores-liberales, se opusieron así a distintos sectores de izquierda de variado origen, incluyendo a los Sacerdotes católicos tercermundista, Comunidades cristianas de base, etc.
La propuesta de Paulo Freire se alinea en la crítica ideológica al sistema capitalista y establece las bases para 
una educación al servicio de la liberación revolucionaria.
Freire señala la "deshumanización" como consecuencia de la opresión. Esta, afecta no solamente a los oprimidos sino también a aquellos que oprimen.
La violencia ejercida por los opresores, tarde o temprano, genera alguna reacción por parte de los oprimidos, y estos, generalmente anhelan convertirse en opresores de sus ex - opresores. Sin embargo, los oprimidos tienen para sí el desafío de transformarse en los restauradores de la libertad de ambos.
Los oprimidos son descriptos por Freire como seres duales que, de algún modo "idealizan" al opresor. Se trata pues, de una contradicción: en vez de la liberación, lo que prevalece es la identificación con el contrario: es la sombra testimonial del antiguo opresor. Ellos temen a la libertad porque ésta les exigirá ser autónomos y expulsar de sí mismos la sombra de los opresores. De esta forma, debería nacer un hombre nuevo que supere la contradicción: ni opresor ni oprimido: un hombre liberándose.
Pero no basta conocer la relación dialéctica entre el opresor y el oprimido para alcanzar la liberación. Es necesario que éste se entregue a la praxis liberadora. Cuando más descubren las masas populares la realidad objetiva sobre la cual deben incidir su acción transformadora, más se insertan críticamente. Lo mismo sucede con el opresor, el que este reconozca su rol, no equivale a solidarizarse con los oprimidos, estas actitudes, que en la práctica se observan en el asistencialismo, no son sino un refuerzo de la dependencia, intentando minimizar la culpa con una conducta paternalista.
La verdadera solidaridad debería expresarse transformándolos a estos como hombres reales despojados de una situación de injusticia
La violencia de los opresores convierte a los oprimidos en hombres a quienes se les prohíbe ser, y la respuesta de éstos a la violencia es el anhelo de búsqueda del derecho a ser. Pero solamente los oprimidos podrán liberar a los opresores a través de su propia liberación. Los oprimidos deben luchar como hombres y no como objetos, este es el descubrimiento con el que deben superar las estructuras impuestas por la oposición.
Agradezco a:



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